
El 7 de agosto se celebra la Batalla de Boyacá, la culminación de nuestro país de la esclavitud a la que nos tenían sometidos los españoles. ¡Al fin libertad! Es el sueño que todos ansiábamos para poder alcanzar la felicidad.
Un día como este hace 190 años, se concluye la campaña iniciada por el libertador Simón Bolívar para contrarrestar las acciones de reconquista por el Coronel José María Barreiro; en esta batalla recordamos la perseverancia de aquellos hombres (criollos, mulatos, mestizos, zambos, indígenas y negros) que nunca se rindieron por lo que anhelaban, la libertad. Todo esto logrado por la ventaja de que era un ejercito muy unido y con facilidad de comunicación, aunque sus contrincantes eran muy buenos (soldados de artillería, caballería y artillería) eran incomunicados, un punto a favor.
La Batalla de Boyacá se convirtió en el inicio de la independencia del norte de Suramérica, y se considera de suma importancia pues llevó a los triunfos de las Batallas de Carabobo en Venezuela, Pichincha en Ecuador y Junín Ayacucho en el Perú y Bolivia.
Esto, nos demuestra una y otra vez que “la unión hace la fuerza” y que lo que deseamos lo podemos conseguir con perseverancia como lo hicieron estos valientes hombres.
Un día como este hace 190 años, se concluye la campaña iniciada por el libertador Simón Bolívar para contrarrestar las acciones de reconquista por el Coronel José María Barreiro; en esta batalla recordamos la perseverancia de aquellos hombres (criollos, mulatos, mestizos, zambos, indígenas y negros) que nunca se rindieron por lo que anhelaban, la libertad. Todo esto logrado por la ventaja de que era un ejercito muy unido y con facilidad de comunicación, aunque sus contrincantes eran muy buenos (soldados de artillería, caballería y artillería) eran incomunicados, un punto a favor.
La Batalla de Boyacá se convirtió en el inicio de la independencia del norte de Suramérica, y se considera de suma importancia pues llevó a los triunfos de las Batallas de Carabobo en Venezuela, Pichincha en Ecuador y Junín Ayacucho en el Perú y Bolivia.
Esto, nos demuestra una y otra vez que “la unión hace la fuerza” y que lo que deseamos lo podemos conseguir con perseverancia como lo hicieron estos valientes hombres.
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